Cooperativa Carmelita (salido con éxito)
La Cooperativa Integral de Comercialización Carmelita R.L. («Carmelita») tiene una trayectoria de 120 años, que se inició como un campamento de recolectores de caucho (chicle) en los bosques subtropicales del norte de Guatemala. Hoy en día, Carmelita ha recibido del Estado guatemalteco la administración de una gran concesión forestal de 55.000 ha en la Reserva de la Biosfera Maya, un área protegida. Limita al norte con el corredor biológico y el Parque Nacional El Mirador.
La comunidad cuenta hoy con una población de 411 habitantes y ha perdido un número considerable de habitantes en los últimos años.
La Cooperativa Carmelita completó cerca de la mitad del plan de manejo de 40 años del contrato de concesión forestal dentro de la Biosfera Maya que comenzó en 1998. A lo largo de los años, Carmelita ha demostrado su capacidad para conservar el bosque y defender las tierras de la concesión de los riesgos de incendio, los asentamientos ilegales y el cambio de uso del suelo.
El actual plan de gestión forestal de la concesión abarca un modelo de intervención mínima, con un objetivo de producción de entre 2 y 4 metros cúbicos por hectárea en un ciclo de cosecha de 40 años. Con la incorporación de la capacidad de aserrado, Carmelita ofrece madera en rollo y aserrada de especies de alto valor a los mercados locales e internacionales. Las actividades de gestión forestal son una importante fuente de empleo e ingresos para la comunidad, especialmente durante la temporada de recolección, de febrero a mayo. La Cooperativa Carmelita es una de las pocas comunidades con varias iniciativas empresariales, que van desde la producción de madera, productos no madereros como la miel, la palma de chaté pero también actividades agroforestales y turísticas.
FCCF apoya a Carmelita a través de una línea de crédito de capital de trabajo que permite a la Cooperativa financiar el ciclo de cosecha bajo la iniciativa de crédito comunitario forestal de FCCF. El proceso de análisis crediticio de FCCF ha sido apoyado por la ONG Rainforest Alliance y ACOFOP, la asociación forestal comunitaria local. Los objetivos de impacto ambiental de FCCF en esta financiación incluyen el uso de una gama más amplia de especies madereras secundarias y menos conocidas para garantizar una gestión forestal sostenible a largo plazo.
