Nuevo concepto de gestión forestal
Las prácticas de manejo forestal existentes tienden hacia dos polos: por un lado, un enfoque de manejo muy intensivo para las plantaciones forestales, a menudo dirigido a maximizar la productividad de una sola especie. Por otro lado, existen prácticas de manejo de no intervención para los bosques naturales intactos, que se enfocan principalmente en la cosecha de muy pocos árboles individuales de alto valor, con períodos de no intervención muy largos entre las cosechas.
La gestión de un sistema dinámico de bosques secundarios y degradados debe situarse entre estos dos extremos. Los sistemas de manejo deben considerar los ecosistemas del bosque, que albergan una biodiversidad considerable, almacenan y capturan carbono, regulan los flujos de agua, previenen la erosión y restauran los suelos. Por otra parte, los bosques deben proporcionar ingresos adecuados y fiables a la población local para evitar la conversión a usos alternativos de la tierra. Esto es especialmente preocupante cuando los bosques secundarios jóvenes han dado lugar a la recuperación de tierras y suelos degradados.