Construyendo mercados

Los asesores científicos de las convenciones sobre cambio climático y biodiversidad (IPBES e IPCC) declararon en 2021 que “la pérdida de biodiversidad y el cambio climático están impulsados ​​por las actividades económicas humanas y se refuerzan mutuamente. Ninguno se resolverá con éxito a menos que ambos se combinen”.

Las actividades económicas humanas son, de hecho, un factor clave de muchos de los problemas que enfrentan nuestro planeta y nuestros bosques. Por esta razón, FCCF ha optado por centrarse en la creación de cadenas de valor sostenibles, que apoyan a las comunidades locales y que alivian las presiones que contribuyen a la deforestación.

Es clave para nuestra tesis que la falta de mercados y demanda de maderas de bosques secundarios y degradados hace que las comunidades no se beneficien de las áreas. Dado que se percibe que estas áreas tienen un valor económico limitado, siguen siendo muy vulnerables a una mayor limpieza. Si se pueden cambiar estas percepciones y los actores locales se benefician de que los bosques permanezcan in situ, entonces se reducen los incentivos que conducen a la deforestación.

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Esto ha llevado al Fondo a explorar formas de apoyar el desarrollo de cadenas de valor. FCCF ha realizado varias inversiones en entidades que apoyan el desarrollo de cadenas de valor sostenibles. En cada caso, el abastecimiento justo es clave para el éxito de estos proyectos, para garantizar que los propietarios de los bosques reciban una remuneración acorde con los costos de la oportunidad. A largo plazo, esto respalda proyectos sostenibles y escalables que garantizan que las áreas forestales secundarias y degradadas sean una opción atractiva para el uso de la tierra.

Otra dimensión de esto es el desarrollo de especies menos conocidas. Con frecuencia, las especies conocidas se cosechan hasta el punto de vulnerabilidad o incluso de extinción. La creación de mercados para especies menos conocidas que normalmente se encuentran en bosques secundarios y degradados ayuda a aliviar la presión sobre las maderas preciosas sobreexplotadas, como la caoba, además de generar nuevas oportunidades económicas sostenibles dentro de los bosques.